La irrupción de García Carrión en el sector del cava enciende las alarmas del sector

El sector del cava vive tiempos de cambios. Tradicionalmente, el mercado doméstico ha estado controlado por las dos grandes firmas del sector (Codorníu y Freixenet) que vendían entre ambas decenas de millones de botellas, mientras que el tercer productor no superaba los dos o tres millones de unidades. Ahora, con la irrupción del grupo J. García Carrión en el sector, las cosas han cambiado. A través de su filial, Jaume Serra, García Carrión consiguió vender el año pasado unos 10 millones de botellas de cava, lo que ha hecho saltar las alarmas de los dos grandes del sector poco acostumbrados a batallar con terceros. Por el momento, la batalla se libra en el segmento bajo de mercado, pero no por eso es menos importante. Según el presidente de Freixenet, Josep Lluis Bonet, “es una situación diferente y nosotros como líderes nos estamos replanteando nuestra estrategia para hacerles frente”. Jaume Serra se ha hecho en sólo tres años con una cuota de mercado en España del 10 por ciento frente al 21 por ciento de las marcas de Codorniu y el 17 por ciento de las marcas de Freixenet. Sin embargo, en un mercado donde la marca blanca supone más de un 40 por ciento, García Carrión se ha aliado con Mercadona y otras firmas de la distribución para producir mucho volumen y lograr precios más competitivos. “Ellos elaboran marca blanca, pero tienen una estrategia en la que muchas veces sitúan su propia marca, Jaume Serra, por debajo del precio de la marca blanca, lo que le ha hecho ganar mucha cuota de mercado”, admite Bonet. Junto a las ventas de cava en el mercado español, García Carrión también exportó el año pasado 16 millones de botellas bajo la marca Jaume Serra. Estados Unidos es el primer destino de sus exportaciones, donde ocupa el segundo lugar en ventas por detrás de Freixenet. Estrategias para competir Ante la situación los dos grandes están dispuestos a presentar batalla. Freixenet, que hace tres años decidió subir el precio de su producto estrella, Carta Nevada, por encima de cinco euros, ahora se plantea utilizar alguna de las marcas que tiene en el grupo (Conde de Caralt, Catellblanch o Canals i Nubiola) para rebajar precios y entrar a competir directamente en el segmento donde ahora triunfa Jaume Serra. Por el contrario, Codorníu hace años que ha apostado por los cavas de calidad superior y su marca de menor nivel es rondel. Sin embargo, segregado del grupo, la compañía mantienen algunas operaciones de fabricación de marca blanca y la marca Delapierre, que compite en los segmentos inferiores. Por su parte, desde García Carrión aseguran que “igual que en otros sectores y mercados donde estamos presentes, vinos y zumos, en el caso del cava aspiramos igualmente a tener una posición de liderazgo a corto o medio plazo”. Fuente: El Economista, 2 de marzo de 2011