La cosecha 2010 de Ribera del Duero recibe la calificación de «Excelente»
Esta cosecha, estuvo notablemente condicionada por los rigores invernales acaecidos en la Denominación de Origen. Aunque la brotación de la vid se inició en las fechas habituales, las típicas heladas tempranas de primavera hicieron su aparición a mediados de mayo, provocando así el retraso del ciclo. Una vez más el viñedo de la Ribera volvió a demostrar su capacidad para hacer frente a una climatología extrema y completar su desarrollo vegetativo de forma vertiginosa. Las magníficas condiciones de iluminación y temperatura registradas, así como la importante reserva hídrica en los suelos, han provocado esta campaña una maduración paulatina del fruto, responsable de la enorme riqueza en tanino dulce y elevado color que caracterizan a la cosecha. Tales condiciones permitieron una vendimia sana y escalonada, garantizando a viticultores y bodegueros la recolección de la uva en su justo punto de madurez.